“La industria turística y el impacto del covid-19. Escenarios y propuestas” 1ra. entrega
Hoy entregamos la primera entrega del estudio realizado por Antonio Santos del Valle, Global Journey Consulting, gestores de la Red Mundial de Turismo de Compras (WSTN)
El turismo no ha estado libre del impacto sanitario, económico y emocional generado por la pandemia de coronavirus SARS-CoV-2, que produce la enfermedad conocida como Covid-19.
Todos los indicadores señalan que nos dirigimos hacia un cambio de paradigma, un mundo nuevo que está por descubrir y debemos comprenderlo, aceptarlo y adaptarnos a este nuevo contexto
Esta crisis nos brinda un aprendizaje y, por tanto, una reorientación sobre los modelos de desarrollo social, cultural y económico relacionados con las propuestas turísticas que exponemos.
El turismo genera valor cultural, económico y social y es seguro que la actividad turística se recuperará, pero depende de que los profesionales del sector adquieran la capacidad de alinearse con esta nueva concepción del mundo y transmitir valores de seguridad, libertad, autenticidad, confianza y respeto hacia la vida y el planeta.
Escenarios para la Recuperación Económica
Todas las empresas turísticas del mundo sufrirán en mayor o menor medida daños por la pandemia, pero sin duda las aerolíneas enfrentarán retos mayores; por tanto, en virtud de su carácter dinamizador del resto de las actividades turísticas, requerirán de apoyos extraordinarios de gobiernos y entidades financieras.
Algunas instituciones y empresas como Amadeus (plataforma que da servicio a un gran número de reservas de líneas aéreas mundiales) toman como referencia otras experiencias de crisis para proponer escenarios para la recuperación de la actividad turística. En este caso, se ha destacado que con los anteriores brotes de enfermedades se recuperaron los niveles anteriores a los seis o siete meses después del pico del brote.
Según la experiencia de la epidemia de 2003, Amadeus expone que la industria experimentó una disminución de los ingresos en un rango del -10% hasta la mitad de la crisis durante los dos primeros trimestres de ese año, seguida de una estabilización en el segundo semestre del año y luego un crecimiento del +5,5% al +6% en 2004.
En este caso, y teniendo como espejo la experiencia de China para el escenario post Covid-19, la economía de este país presenta —dos meses después de los momentos más duros del impacto del Covid-19— un importante renacimiento. Como afirman distintas agencias de prensa internacional, la industria en general está en un 80 % de sus niveles de producción, destacando que la capacidad de producción se estabilizará a niveles prácticamente normales en los próximos dos meses (mayo – junio).
Como ejemplo se han tomado a los fabricantes de teléfonos móviles y semiconductores que a mediados del mes de abril iban a recuperar el 90% de su producción habitual, frente a unas tasas inferiores al 70% a mediados de febrero.
En cualquier caso, importantes expertos económicos mundiales coinciden en la idea de que, por fatales que nos parezcan las noticias que nos llegan en estos momentos, los mercados acabarán por encontrar su suelo cuando el virus se estabilice, sobre todo teniendo en cuenta los niveles masivos de estímulo monetario y fiscal que estaban aplicando los principales países del mundo.
Hasta el momento, existen varios posibles escenarios relacionados con la recuperación de la economía mundial:
Escenario ‘V’
Economistas, analistas e inversores estudian escenarios de recuperación en ‘V’, que sería el mejor de los casos; en ‘U’, que implicaría un periodo de estancamiento tras la caída antes del rebote; en ‘J invertida’, que supone una recuperación que no llega a los niveles previos, o en ‘L’, que convierte la crisis coyuntural en estructural. Los gobiernos y los bancos centrales han tomado medidas para evitar la última opción.
Aluvión de informes de gestoras y bancos que prevén que la actividad se reactive tras esta crisis. La única duda es la intensidad y rapidez, pero hay consenso de recuperación. El pronóstico de S&P es de una contracción de la economía española en 2020 del -1,8% del PIB, frente al pronóstico anterior de crecimiento del +1,5%. Esto implica un impacto del -3,3% de la producción del año anterior, lo que supone más de 40.000 millones, con un déficit público estimado en torno al -5%. El daño dependerá de la prolongación del estado de alarma.
Algunos expertos, como Federico Steinberg, sostienen que tras la crisis del Covid-19 llegará un periodo de «desglobalización», situación que gráficamente tiene la forma de ‘V’, es decir, una caída por las medidas de aislamiento pero que luego vuelva a subir.Se deben tener en consideración los tiempos de expansión del virus en los distintos países y continentes, ya que el mes de marzo en Europa es el enero de China.
Para Aberdeen, este escenario necesita que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los órganos nacionales informen del éxito de contención a finales de marzo. Esta posibilidad, cada vez más remota, permite que la tendencia del PIB se recupere a principios de 2021.